Una voz con objetivos claros

May 20, 2021

 

Me di cuenta que no había escrito en varios días y que la razón no era otra que estar inmersa de cabeza en una investigación que me tiene, como siempre, enamorada, y que seguro va a ser de utilidad para ti y para tus equipos de trabajo.

 

Algo de contexto

 

Desde que nos enviaron a casa he tenido la oportunidad de ver con mayor cercanía a cientos de líderes de habla hispana en acción, actuando bajo presión, y en un contexto de incertidumbre sin precedentes.

Gracias a este espacio de observación y acompañamiento inicié la documentación e investigación que me permitiera entender lo que se necesita para tener una voz ejecutiva estratégica que permita alcanzar los siguientes objetivos:

  • Apalancar el comportamiento corporativo.
  • Incrementar la aceptación y apropiación de las ideas por parte de las audiencias.
  • Validar el rol de liderazgo de cada persona.

En la medida en que avanzaba entendí también que daría respuesta a las tres variables que nos piden las más de 60 empresas que hemos acompañado entre 2020 y lo que va de 2021, que son contundencia, coherencia y precisión. A continuación les comparto los hallazgos que he nutrido con recomendaciones de investigadores como Rebecca Shambaugh, Allison Shapira y James Engell. Espero que pongas aprueba parte o todos los elementos que te comparto a continuación como un ejercicio complementario de tu proceso de #ConCienciadecomunicacion.

ADVERTENCIA: Esta no es una lectura ligera, hice lo posible para entregar la mayor cantidad de insumos que te permitan hacer el mejor uso de tus capacidades.

 


¿A quiénes impacta esta investigación?

 

En la medida que la exposición y responsabilidades de un profesional crecen también, el peso de su conocimiento y el manejo de la comunicación, necesariamente pasan a un primer plano aspectos como:

  • La forma que da a lo que dice.
  • La manera como entrega sus ideas.
  • La oportunidad con la que lo hace.
  • La sintonía con la audiencia a la cual se dirige.


Por lo tanto, mi foco ha sido el análisis de aquellas personas que ocupan roles visibles al interior y al exterior de las organizaciones, que dirigen equipos, que desempeñan acciones de vocería, que lideran proyectos y en general de quienes tienen el objetivo de conducir a las personas a la acción con sus ideas y experiencia.

 

¿Qué aspectos he analizado?

Empezamos por entender acciones críticas para la construcción de esta voz ejecutiva que están asociadas también al comportamiento corporativo:

  • Revisar su nivel de comprensión y manejo del contexto, que va desde la capacidad de lectura del entorno hasta la elección de los canales o vías para realizar sus actividades de comunicación.

  • Detectar y corroborar las acciones para influir en sus equipos e interactuar con otros líderes.

  • Analizar si existía cuidado consciente y permanente de la concisión y de la contundencia.

  • Valorar la fuerza y el uso de la claridad en los llamados a la acción y en la definición de las reacciones esperadas como resultado de su ejercicio de comunicación, incluyendo el establecimiento de roles en espacios en donde esto puede ser necesario (ej: Juntas Directivas).

  • Medir el uso adecuado del lenguaje, de palabras eficaces que los alejen de expresiones vacías y que los conduzcan a la eficacia.

  • Entender si su capacidad estratégica se refleja en su comunicación, en la lectura y evidencia sólida del entorno, en el manejo adecuado de la observación y en su escucha activa.

 


¿Por qué estos aspectos y no otros?

La razón de la elección de estas variables de análisis parte de lo que día a día recibimos en Think & Talk, en donde escuchamos situaciones como:

“Me preparé, mi equipo me apoyó y llegué a la reunión, y no me dieron el espacio suficiente para compartir mi idea completa”

“Entregué toda la información pero a pesar de ello sé que el tema no quedó lo suficientemente claro”

“Les pedimos que nos ayuden a preparar a - Pedro - , es muy bueno, su formación es impecable, pero su comportamiento no es corporativo”.

“El trabajo de - María - es asombroso y queremos formarla para que se evidencie su capacidad estratégica, porque sin ella no la podemos nombrar en el cargo”.

“Necesitamos ayuda para que nuestro comité sea más eficiente; una buena parte de los participantes se excede en los detalles y falla en la claridad de lo que solicitan”.

La lista podría continuar, pero seguro alguna o varias de estas afirmaciones ya te han hecho clic.


¿Y qué se puede hacer para encontrar la voz correcta?

Además de actuar con coherencia, respetando lo que en esencia eres y te has encargado de construir, necesitamos:

  • Evitar la actitud demostrativa, esa que nos persigue, atormenta y nos invita constantemente a justificar y explicar más de la cuenta para evidenciar a los demás la experiencia, el conocimiento o la capacidad que tenemos. Recuerda que siempre seremos más efectivos si permitimos que esto se compruebe o ratifique con acciones y con resultados, no con palabras ni posturas de eminencia o autoridad.

  • Eliminar todo tipo de apariencias que nos ponen en riesgo e incomodan, en paralelo reconocer nuestras características propias para ser administradores impecables y estratégicos tanto de habilidades como de deficiencias.
  • Mantener el radar encendido para tener una comprensión precisa de cada contexto, para no decir o hacer cosas que no corresponden al momento o a las expectativas, para evitar emitir valoraciones, puntos de vista o ideas que no conecten con la situación, y para desempeñar con claridad el rol que corresponde.
  • Vivir en actitud de aprendiz y de observador con filtro para aprender de los aciertos y errores de otras personas, y construir una visión empresarial y articuladora no egocéntrica teniendo en cuenta el posible impacto de cada idea y decisión en la organización.

Un acto final de honestidad


Necesitamos ser conscientes de la presión, el riesgo en la toma de decisiones, el estado vulnerable en el que nos encontramos para poder ser generadores activos de soluciones eficientes, sencillas y muy muy prácticas, para evitar el rol de cuestionador permanente, apalancándonos en nuestra experiencia, en la capacidad de análisis y en la orientación estratégica de cada rol. En un momento como estos tenemos que hacer un uso maestro de la calma y de la sensatez. Nuestra herramienta será siempre el propósito, la pregunta constante respecto a cómo podemos contribuir, y más aún cuando nuestra tarea es mantener el barco a flote y a la tripulación concentrada en su función. En cualquier momento emplear la intensión de lo que queremos y podemos lograr, va a ser de gran ayuda para la construcción y crecimiento de relaciones, para actuar con mayor asertividad, para evitar que la minucia nos opaque y para que nuestro conocimiento siga creciendo. Y no olvidemos la preparación; la práctica es la que hace al maestro, nada de esto se aprende con solo con leer el manual. En la unión y cuidado de cada uno de estos aspectos que te he mencionado está la diferencia entre el éxito y el fracaso de las acciones comunicativas de un líder. Ya sabes en dónde encontrar las herramientas necesarias para que estos desafíos se transformen y eres consciente de que tienes a tu disposición todo lo que hemos desarrollado para trabajar en la #ConCienciadeComunicación.

No voy a dejar la conversación en punta. Vamos a transformar juntos el tiempo en tu mejor aliado y a la comunicación en tu herramienta más poderosa, con una herramienta que te permite plantear ideas con rapidez, transformando tus ejercicios de comunicación en momentos sorprendentes y encontrando el camino correcto para dar voz a tus ideas.

Por eso quiero hacerte un regalo, entregarte la herramienta Ruta para formular grandes ideas, explórala acá.

 

 

 

 

 

 

 
                                          

 

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