Tú eliges ser un fantasma
Jul 31, 2024Contar con las herramientas para avanzar es una elección. Hoy, activar la conciencia de comunicación no admite excusas; requiere honestidad, acciones correctas, evitar perderse entre atajos o falsas promesas.
Imagina que estás en una reunión importante, quieres expresar tus ideas y destacarte. Pero, al intentar comunicar, sientes que tus palabras se desvanecen, son susurros perdidos en la indiferencia. ¿Has sido alguna vez un fantasma en una conversación, invisible o ignorado?
La comunicación es la moneda más valiosa en nuestro mundo. Desarrollar esta habilidad es prioritario para cualquier líder o profesional, aunque no siempre es sencillo saber por dónde empezar. Hoy te guiaré, juntos aprovecharemos todas tus oportunidades.
Hablemos de la conciencia y analicemos
¿Cómo puede transformar las relaciones?: Las palabras, los gestos, las emociones, las acciones; todo tiene el poder de influir en nuestra realidad.
¿Cómo nos perciben los demás?: Nos han dicho que cada acción tiene una consecuencia y a eso agregaría que tiene también un impacto en la manera en la que otros nos ven.
Exploremos la manera de activar esta capacidad, dejar atrás la invisibilidad y encontrar una voz auténtica en un mundo lleno de ruido.
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Te comparto un caso reciente y te invito a que analices si estás actuando como un "fantasma" o si entregas tus ideas de manera efectiva:
Entre la visibilidad y la invisibilidad
Nuestro líder, siempre se había considerado un profesional competente y dedicado. Sin embargo, a menudo se sentía invisible en los espacios de equipo, donde sus colegas y superiores discutían estrategias y tomaban decisiones sin prestar atención a sus aportes.
Durante los comités, solía preparar informes detallados y presentaciones llenas de datos relevantes. A pesar de que tenía todo, su voz apenas se escuchaba. Sus palabras, aunque precisas, eran susurros que se perdían entre las conversaciones más dominantes de sus colegas más ruidosos.
Un día, después de un encuentro particularmente frustrante donde su propuesta fue completamente ignorada, decidió solicitar una conversación uno a uno con su jefe. Durante esta sesión, él le preguntó directamente: “¿Crees que estás comunicando tus ideas de manera que todos puedan entender y ver su valor?"
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Este momento fue un punto de inflexión. Se dio cuenta de que no era suficiente tener buenos datos; también necesitaba aprender a comunicarlos de manera que captaran la atención y resonara con su audiencia. Tomó la decisión de trabajar en su presencia, en la claridad de sus mensajes y en su confianza al momento de presentar sus ideas.
Empezó por buscar formación, también comenzó a practicar la escucha activa, a entender mejor las preocupaciones y preguntas de sus colegas, lo que le permitió adaptar sus respuestas de manera más efectiva.
En la siguiente sesión de estrategia, llegó preparado no solo con datos, sino también con una nueva manera de presentarlos, proyectando confianza y generando conexión. El cambio fue notable. No solo se escucharon sus ideas, sino que también se debatieron y, finalmente, se implementaron. Dejó de ser el fantasma, se convirtió en una voz fundamental en la toma de decisiones de su equipo.
Pero esto no ocurrió por arte de magia, intentaré resumir a continuación lo que hicimos para llegar a este positivo resultado.
El primer paso hacia una comunicación más consciente y significativa
La comunicación va más allá de compartir información; es una habilidad estratégica que impulsa el éxito. Nos permite difundir ideas, negociar, y entender que crecemos como seres sociales. ¿Estamos realmente comunicando o solo emitimos ruido? Nos invita a reflexionar sobre la calidad de los espacios, a explorar la autenticidad y honestidad al expresarnos.
Imagina por un momento que eres un fantasma en la multitud, pasando desapercibido. Es una metáfora para reflexionar sobre cómo la habilidad comunicativa nos hace invisibles o nos ayuda a destacarnos. La falta de conciencia afecta tus relaciones y oportunidades profesionales.
La buena noticia es que podemos elegir no ser fantasmas. Al tomar control y practicar nuevas habilidades, podemos dejar de ser invisibles y comenzar a ser vistos y reconocidos, construyendo relaciones sólidas y alcanzando los objetivos.
Eligiendo estar presente
Participar con plena conciencia en cada interacción es crucial. Significa ser parte activa, dar relevancia a cada momento y responder con empatía. Esta manera de hacer las cosas nos permite comunicarnos de forma más auténtica y genera confianza y credibilidad.
Podemos ser maestros y mi misión es ayudarte a destacar y salir del mar de mediocridad. Aquí algunas recomendaciones:
- Escucha con todo tu ser, captando el verdadero significado detrás de las palabras.
- Ajusta tu lenguaje corporal para que sea coherente con tu mensaje.
- Construye puentes de empatía, intentando entender y conectar con los demás.
- Sé auténtico, mostrando quién eres realmente.
- Acepta y agradece el feedback, que es un escalón hacia tu crecimiento personal.
Evaluar para calcular
Inicialmente te voy a compartir cinco alarmas que te permiten ver que estás actuando como un "fantasma" en tus interacciones diarias:
1. Falta de Respuesta: Si frecuentemente encuentras que tus comentarios o ideas son pasados por alto en conversaciones y reuniones, esto puede ser una señal de que no estás comunicando de forma efectiva o que tu presencia no está siendo lo suficientemente percibida.
2. Interrupciones Constantes: Si al momento de entregar tus ideas otros te interrumpen regularmente mientras hablas, podría indicar que no has establecido suficiente autoridad o interés en lo que dices, lo que a menudo ocurre cuando no proyectas confianza o claridad en tus palabras.
3. Sensación de Invisibilidad: Si te sientes invisible durante las interacciones, incluso cuando físicamente estás presente, esto podría ser un indicativo de que tu comportamiento, lenguaje vocal y corporal o tono de voz no están reforzando tu mensaje, haciendo que te fundas y confundas con el fondo.
4. Dudas sobre tus Contribuciones: Si te cuestionas a menudo si lo que tienes para decir vale la pena o es relevante, esto puede reflejar una falta de confianza en tus propias ideas, impidiéndote comunicarlas con la convicción necesaria para ser escuchado.
5. Desconexión con la Audiencia: Si notas que tu audiencia se distrae fácilmente o no conecta con lo que estás diciendo, puede ser una señal de que no estás adaptando tu mensaje a las necesidades o intereses del público, o que estás fallando en captar y mantener su atención.
Estas alarmas son indicativos claros de que podría ser momento de revisar y ajustar tu manera de comunicarte, asegurando que tus mensajes no solo se escuchen, sino que también resuenen con quienes te rodean.
Como le ocurrió a este líder que te contaba, al adoptar este enfoque mejoran tus relaciones, aumenta tu confianza y hace tus comunicaciones más efectivas. Es hora de dejar de ser un espectador y comenzar a ser el protagonista de tu historia. ¡Atrévete a brillar con tu propia luz!
Un abrazo
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