En serio ¿Vas a seguir en automático?

Aug 30, 2024
¿Vas a seguir en automático?

Poseer la habilidad de hablar y hacerlo constantemente, sin siquiera reflexionar, no garantiza una comunicación efectiva; lamentablemente, aunque parezca un proceso mecánico, no es tan sencillo.

¿Cómo puedes entonces, como líder, ante la complejidad, desarrollar la habilidad de comunicar eficazmente, de ir más allá de la mera transmisión de información y planes que, si no se comprenden, parecen arbitrarios?

¿Es momento de traer al "yo auténtico" a la mesa e invitarlo a participar sin miedo a mostrar su vulnerabilidad? Esta cualidad, lejos de ser un concepto abstracto aplicable solo en momentos de crisis, es crucial para los líderes que han comprendido que es tiempo de dejar las armaduras para mejorar su capacidad de diálogo con los demás.

Cada día somos más conscientes de la importancia de ser y parecer humanos; es el momento ideal para hacerlo evidente. Me permito compartirte reflexiones sobre la manera adecuada de abordar tiempos de cambio desde posiciones de liderazgo, considerando experiencias prácticas que espero te resulten valiosas y que puedas implementar al terminar de leer.

 

1. Autoconocerse para transformarse

 

Todo proceso de transformación nos desafía a fortalecer y trabajar nuestra capacidad adaptativa. Para ello, se requiere un trabajo preliminar de autoconocimiento que nos permita identificar aspectos positivos y negativos, rutas de crecimiento y visiones de los aprendizajes posibles.

La constante evolución es la única certeza que tenemos como humanos. Observamos a nuestros hijos crecer, al planeta transformarse, y vivimos experiencias inesperadas que nos retan tanto personal como profesionalmente.

En ocasiones enfrentamos tormentas que nos sacuden y transforman, lecciones que dejan huella solo cuando comprendemos que somos nosotros quienes decidimos cómo aprender de ellas y qué seremos al finalizar.

Esto nos acerca a la conciencia de quiénes somos y cómo nos comportamos cuando la vida nos sorprende. Ser líder no te exime de vivir múltiples capítulos y buscar formas de atravesarlos para enriquecer tu aprendizaje y convertirlo en herramientas que te permitan avanzar.

Con la autoconciencia como herramienta de supervivencia personal, encontramos luz en la oscuridad, lo que nos permite:

  • Ser claros sobre nuestra manera de interactuar con el mundo.
  • Mantener nuestras emociones, pensamientos y comportamientos en armonía, permitiéndonos actuar coherentemente.

 

Te ayudo con un ejemplo:

 

Imagina que estás en una reunión importante y un colega critica tu trabajo de manera inesperada. Podrías reaccionar de forma impulsiva, defendiendo tu posición con hostilidad o cerrándote al diálogo.

Sin embargo, si estás sintonizado con tus emociones y pensamientos, reconocerás tus reacciones iniciales de agotamiento, ira o frustración, trabajarás con ellas, tomarás una respiración profunda y te prepararás para responder de manera calmada y constructiva.

Esta acción de reconocer tus reacciones internas mediante la autoconciencia te permite manejar la situación con claridad y madurez, transformando un potencial conflicto en una oportunidad para el crecimiento y la mejora de la comunicación.

El resultado de esta reflexión sencilla es reafirmado por un líder maravilloso que, tras seguir este camino, compartió conmigo: 

“He podido forjar una identidad a través de mi profesión y explorar diferentes facetas de mi ser tanto profesional como personal con pasión. Conocernos y reconocernos es desafiante, pero con la guía que me proporcionaste, todo se hizo más sencillo”.

Al reconocer estos aspectos, mejoras tus reacciones en escenarios desafiantes, incrementas tu asertividad y comienzas a transformar espacios llenos de monólogos en momentos de trabajo seguros, donde es posible analizar situaciones y emociones propias antes de dar un paso en falso.

 

2. Comunicarse en automático es un riesgo

 

La razón por la que restamos poder a nuestra comunicación es que, insisto, es tan natural que se da sin esfuerzo. Para comprobarlo, evalúa cuántas veces te encuentras con personas y obvias cómo las saludas, o incluso si efectivamente lo hiciste, si las miraste a los ojos, si usaste un tono adecuado o si dijiste lo apropiado tanto para ellos como para ti. Vamos, sin darnos cuenta, emitimos mensajes verbales y no verbales que, por ser "rutinarios", no trabajamos a diario, y esto pone en riesgo nuestro marco relacional.

Ahora, ¿cómo puedes evitar andar en automático por la vida? ¿Es posible salir de este estado de una manera práctica y segura?

Aquí te dejo algunas preguntas cuyas respuestas pueden ser totalmente aplicables y, al hacértelas en tu cotidianidad, te ayudarán a detectar si has dejado de ser dueño de tu consciencia al momento de comunicarte.

RECUERDA: la profundidad de la solución depende de la honestidad en tus respuestas. Anímate a escribir para tener memoria de tus conclusiones.

  • ¿Reflexiono sobre mis interacciones diarias al final del día, evaluando la eficacia de mi comunicación y considerando qué cambiaría para mejorar?
  • ¿Soy consciente de mis comportamientos durante mis interacciones diarias, recordando mi postura, gestos, expresiones y emociones, y observando si tanto yo como mi interlocutor nos mostramos cómodos?
  • ¿Escucho activamente o simplemente espero mi turno para hablar, estando completamente presente y sin prisa por que el otro termine su mensaje?
  • ¿Soy verdaderamente coherente, asegurándome de que mi tono de voz, palabras y acciones estén alineadas y no parezcan contradictorias?
  • ¿Solicito y recibo con apertura la retroalimentación, asegurándome de que los demás sepan que espero y valoro sus opiniones?

Reflexionar sobre tu nivel de conciencia al comunicar y prestar atención a aquellas cosas que pueden pasar a veces en automático, alejándote de tus objetivos, no solo te afirma, sino que también te ayuda a encontrar respuestas a si puedes eliminar tus acciones mecánicas.

Ya sabes que los procesos de comunicación no son solo para quienes tienen retos al hablar en público; este es un pensamiento que debe ser eliminado. Nos comunicamos todo el tiempo, nos relacionamos diariamente con otros a través de diferentes canales y empleando infinidad de formatos.

Ser conscientes de esto nos permite actuar de manera más estratégica, mejorar nuestras relaciones, evitar malentendidos y, por supuesto, lograr nuestros objetivos tanto personales como profesionales.

 

3. La vulnerabilidad nos hará grandes

 

Ser vulnerable es natural y reconocer que esa vulnerabilidad nos hace únicos, incluso como líderes, es esencial. Es precisamente esa autenticidad que surge de nuestras diferencias y fragilidades lo que crea sinergias poderosas de las que podemos aprender y crecer, siempre que nos permitamos ser abiertos y honestos.

Aceptarnos con nuestras limitaciones, dudas, tropiezos, miedos y desafíos no solo no es una señal de debilidad; al contrario, es una herramienta poderosa que hoy nos permite acercarnos a los demás, generando ambientes de confianza donde la colaboración y la sinceridad son fundamentales.

Un líder que comparte abiertamente sus desafíos y experiencias personales, tanto de éxito como de fracaso, no solo gana una ventaja competitiva en términos de fortaleza y apertura, sino que también construye relaciones más profundas y significativas.

Esta capacidad de mostrarse vulnerable es especialmente valiosa en momentos de cambio e incertidumbre. Se espera que tanto profesionales como seres humanos sean coherentes con sus palabras, acciones y decisiones.

Mantenernos fieles a nuestros ideales es crucial, especialmente cuando dirigimos equipos que confían en nuestra guía en tiempos de duda.

Si un líder cambia su esencia por enfrentar una situación difícil y oculta su vulnerabilidad ante el contexto actual, puede ser difícil para aquellos que han construido relaciones con él seguir creyendo y cumpliendo sus funciones eficazmente.

Por otro lado, si esas relaciones están cimentadas en la autenticidad y aceptamos nuestra vulnerabilidad en nuestras interacciones, la toma de decisiones y las acciones a seguir serán mucho más claras y sencillas de gestionar.

Permíteme ilustrar esto con un ejemplo específico de mi experiencia acompañando a líderes en Think & Talk:

Hablaremos de un ejecutivo responsable de dirigir miles de empleados, conocido por su capacidad para tomar decisiones rápidas y mantener la calma en crisis. En 2019 enfrentó su mayor desafío cuando la compañía decidió embarcarse en una transformación radical para adaptarse a los cambios del mercado.

Optó por mantener una fachada de inmutabilidad, creyendo que mostrarse preocupado o afectado no era opción. Creía que la mejor manera de cumplir su rol era siendo inexpresivo, frío y calculador, evitando discutir las dificultades reales que enfrentaban para simplemente transmitir seguridad.

Este enfoque de liderazgo, que pretendía fortalecer al equipo, resultó en un distanciamiento y una disminución de la motivación. La falta de empatía percibida comenzó a erosionar la moral y la confianza en su liderazgo.

Durante una reunión crucial, un colaborador cercano confrontó esta actitud, diciéndole que necesitaban sentir que comprendía y compartía sus desafíos y que juntos superarían la situación. Reconociendo el impacto negativo de su enfoque inicial, el líder buscó mi ayuda para reajustar su manera de liderar.

Reconoció abiertamente su ansiedad y preocupación por los cambios, compartió sus dudas e incertidumbres, y expresó su compromiso de liderar el cambio junto a su equipo. Este acto de vulnerabilidad transformó la dinámica del grupo, fortaleciendo la confianza y la cooperación.

Este líder descubrió que mostrar su humanidad no lo debilitaba, sino que le proporcionaba la fortaleza necesaria para un liderazgo genuino y efectivo. El resultado fue una transformación exitosa que no solo adaptó la empresa a nuevos desafíos sino que también unió y fortaleció a su equipo.

Este caso subraya cómo la vulnerabilidad y el autoconocimiento pueden revolucionar la dinámica de liderazgo y la efectividad de la comunicación en tiempos de cambio. Conectar genuinamente con quienes reciben nuestra comunicación no solo valida nuestra autenticidad sino que también facilita la transmisión de seguridad, empatía y confianza; elementos esenciales para un liderazgo efectivo durante transformaciones significativas.

 

Para llevar 

 

Al reflexionar sobre nuestra capacidad de comunicación y la manera en que abordamos nuestras interacciones, nos enfrentamos a la posibilidad de romper con el ciclo automático que a menudo domina nuestras expresiones y conexiones diarias.

La vulnerabilidad, lejos de ser una debilidad, emerge como una fortaleza, un puente hacia la autenticidad y la empatía que puede transformar radicalmente nuestras relaciones personales y profesionales.

¿Estás listo para desafiar el piloto automático y abrazar una comunicación más consciente y reflexiva? ¿Puedes comprometerte a observar tus interacciones, a escuchar activamente y a expresar tus emociones y pensamientos de manera coherente y sincera?

Te invito a tomar un momento cada día para reflexionar sobre cómo comunicas y cómo podrías hacerlo de una manera que realmente refleje quién eres y lo que valoras. Anímate a registrar estos momentos, a buscar retroalimentación y a estar abierto a aprender de cada interacción. 

Tu compromiso con un proceso de comunicación más consciente no solo enriquecerá tus relaciones, sino que también potenciará tu liderazgo y contribuirá a un ambiente de colaboración y comprensión mutua.

Recuerda, cambiar nuestra forma de comunicarnos es más que una mejora personal; es un paso hacia la transformación de nuestro entorno. Cada palabra, cada gesto, cada elección en nuestra forma de expresarnos puede ser un acto revolucionario que cambia el tejido de nuestras interacciones. ¿Aceptas el desafío de comunicarte de manera más consciente y transformadora?

Un abrazo 

¡Suscríbete a nuestro newsletter! 

Si no sabes aún por qué tu comunicación no da el resultado que esperas, regístrate ahora a nuestro boletín mensual para recibir herramientas y datos que te permitirán transformar tu #ConcienciadeComunicación